e hënë, 18 qershor 2007

Celebración del 263 aniversario de la fundación de Pariaguán




Este jueves 21 de junio, a las 8:00am, se iniciaron las celebraciones del 263 aniversario de la fundación de Pariaguán. Con una misa en la iglesia del Santo Cristo de Pariaguán, que coincidió con la inauguración del sistema de aire acondicionado, donado por la alcaldía del municipio y presidida por el prof. Lorenzo Rondón.
A las 9:00am hubo una ofrenda floral al padre de la patria y un acto solemne que tuvo como orador de orden al Dr. Lorenzo Rengifo. Luego del acto reapertura del Alcalde Prof. Lorenzo Rondón y de la presidenta de la cámara Prof. Ofelia Lara de Bravo.







Discurso de orden del Dr. Lorenzo Rengifo


SEÑORAS, SEÑORES:
Antes de iniciar mis palabras, quiero testimoniar ante Uds mi agradecimiento a todos los integrantes de la Cámara Municipal de Miranda por haberme designado Orador de Orden con motivo del 263 Aniversario de la fundación de éste, nuestro querido pueblo Pariaguán. Estoy inmensamente emocionado por tan alta distinción y honor, que nos llena de satisfacción y profundo regocijo, en especial a mi señora madre, cuyo orgullo ciertamente es igual o mayor que el mío. Por ella, por mi esposa, por mis hijas, por mis nietos, por mi familia y por mi mismo quiero darles nuestras más expresivas gracias. MII Gracias!
Hoy Dios me da la oportunidad de representar a todo el pueblo pariaguanero en esta celebración. Permítanme considerarme afortunado al ser escogido para esta alocución, pero tengo la convicción de que todos y cada uno de los habitantes de esta tierra grande, sin distingo de ninguna clase, son también merecedores de este honor. Por eso en este instante invoco al Espíritu Santo, único ser perfecto, para que guíe mi intervención y me permita transmitir en este acto mi sentir, mis ideas, mis pensamientos, mis querencias y mis emociones en nombre de todos los habitantes de este pueblo, que desde sus inicios ha vivido cobijado bajo el manto protector del Santo Cristo Crucificado, a quien pido humildemente nos imparta su sagrada bendición.




En esta fecha conmemorativa quiero rendirle honor a todos los pariaguaneros, a todos los niños, niñas, adolescentes, hombres y mujeres nacidos en esta tierra, que día a día con sus estudios, trabajo y esfuerzo enaltecen nuestro linaje. A todos aquellos que no nacieron aquí, criollos y extranjeros, pero que en su corazón sienten que este pedazo de suelo es su tierra y que sin mezquindades ni egoísmos nos trajeron su cultura para ayudarnos a crecer... a nuestros agricultores, ganaderos, profesionales, empresarios, comerciantes, empleados, obreros, amas de casa, a nuestros ancianos, a la memoria de los hombres y mujeres que hoy no están con nosotros...a todos sin excepción y como la gran familia que somos, unidos por los lazos indestructibles de nuestra historia, dedico humildemente mis palabras.
Quiero expresar ante todo, el amor por la tierra que me vió nacer, por la tierra donde viví feliz mi niñez y gran parte de mi adolescencia; por las dulces horas y los juegos en el patio de mi escuela; por mis amigos; por mi grupo; por mis recuerdos y por todos y cada uno de los momentos vividos al lado de mis seres queridos.
Hoy en esta fecha histórica y de júbilo para nosotros, quiero exaltar la nobleza y vocación de servicio de los misioneros católicos para evangelizar la inmensa región de los llanos orinoqueños y rendir tributo a la hazaña de los indios Paubia y Pariagua, quienes cargados de fe y esperanza en un futuro mejor decidieron fundar un pueblo bajo la protección del Todopoderoso.
Dice la Historia que una mañana del año 1741 Fray Fernando de Jiménez acompañado de Paubia y Pariagua y algunos indios vecinos de Chamariapa emprendieron una expedición hacia el sur, y amparados por la Providencia llegaron a una llanura amplia de tierras fértiles, con abundante agua en las cabeceras del Río Unare, bordeada de riachuelos y enmarcada en la parte norte por el Río Maco, por la parte sur la quebrada de Mucumucu, por el este los morichales de Agua Clarita, Santa Elena y San Pedro, afluente del Río Pao y por el oeste el Río San Luis que con sus aguas dá nacimiento al Río Unare.
Una vez instalados, Fray Fernando se despidió con la promesa de enviar un padre misionero que los asistiera espiritualmente, mientras Pariagua y Paubia buscaron otras familias indígenas para que convivieran con ellos.
Tres años mas tarde, el día 17 de junio de 1744 llegó a ese sitio Fray Alonso Hinostroza con el auxilio material y espiritual para aproximadamente cuarenta almas que hasta ese momento solo tenían como aliados la naturaleza y una infinita fé. Llenos de gozo construyeron una humilde casa para el misionero y una pequeña capilla. Cuatro días después, una esplendorosa mañana del 21 de junio de 1744 hace exactamente 263 años, en esa humilde ermita Fray Alonso Hinostroza oficiaba por primera vez en estos inhóspitos parajes, el celestial canto de la Santa Misa frente a la sagrada imagen del Cristo Crucificado, pronunciando para la eternidad estas palabras que los designios de Dios me han dado la oportunidad de exclamar ahora ante todos mis coterráneos:



Discurso de orden del Dr. Lorenzo Rengifo


“EN NOMBRE DE DIOS TODOPODEROSO Y DE SU
BENDITA MADRE, PARA ENSALZAMIENTO DE LA
SANTA FE CATOLICA Y SERVICIO DEL REY, FUNDO EN
ESTE SITIO EL PUEBLO DE PARIAGUAN”
En este instante, representando el poder y la nobleza de su Raza, Pariaguan recibió de manos de la Iglesia el bastón de mando que lo consagraba como Capitán del Pueblo. Quedaba así aquella clara mañana deI 21 de junio de 1744 bendecida por las aguas del Guasey y San Luis “La Villa del Santo Cristo Crucificado de Pariaguán”.
Aproximada mente 100 años después, para el año 1841, lograda ya la independencia de Venezuela y consolidada nuestra patria como nación alcanza Pariaguán su elevación a Municipio perteneciente al Cantón de El Pao en la provincia de Barcelona.
Se inicia en esta etapa la actividad agrícola. Numerosos ganaderos y comerciantes llegados de otras latitudes unidos a los pariaguaneros mancomunaron esfuerzos, trabajo, sueños y esperanzas para que en la fértil tierra, se sembrara la semilla fecunda de un Pariaguan laborioso, un pueblo acogedor que con rumbo cierto transitaba hacia su grandeza”. Así lo describe el educador, historiador, poeta y dilecto amigo Don Luis Rafael Mijares en su obra:
Pariaguan... su historia, su gente, sus cosas y sus costumbres.
Somos un pueblo grande por su gente, por sus deseos de progreso, por sus ideales, por sus logros, por su lucha interminable.., somos gente honesta, trabajadora, solidaria, justa... virtudes que vamos transmitiendo de generación en generación. Así somos los pariaguaneros en cualquier lugar donde nos encontremos, jamás olvidamos nuestras raíces; es nuestra tierra el sitio obligatorio del encuentro familiar, el lugar ideal para compartir con amigos, condiscípulos y coterráneos. Haciendo honor a nuestro gentilicio expresamos con nuestras acciones un gran amor por el prójimo... transmitimos ese calor humano que nos caracteriza lo que hace que quienes nos visitan siempre se van con el deseo de regresar y en muchísimos casos decidan radicarse aquí definitivamente.
En el devenir de los años hemos observado que nuestra gente es un pueblo de paz, virtud esencial para el crecimiento de las ciudades. Hoy, cuando nuestro país atraviesa una crisis de valores es necesario poner todo el empeño en superar las diferencias que nosotros mismos hemos creado. Debemos tener presente que somos simplemente venezolanos, que nuestras raíces son las mismas, que la libertad para nosotros es un valor esencial porque nos permite obrar, ser y desarrollar nuestro potencial como seres humanos. Que esa libertad en la que siempre hemos confiado está ligada a la justicia y esa justicia significa dar a cada quien lo que le corresponde según sus acciones. Podemos equivocarnos pero es de sabios rectificar, por ello nuestros actos exigen ponderación y respeto...es eso precisamente lo que permite nuestra convivencia. Nuestros hechos develan lo que somos, lo que queremos y hacia donde nos dirigimos, por lo que en una sociedad justa, lo primordial es el valor de la vida.., ese valor debe ser nuestro norte sin egoísmos de ninguna naturaleza. Entender que somos iguales, que tenemos las mismas necesidades y que no somos perfectos. Aprender a convivir con nuestros semejantes... a ser tolerantes y solidarios.
Nuestra población ya no es el inhóspito paraje de aquel 21 de junio de 1744; es un pueblo que día a día en forma positiva se h a ¡do transformando. pero ese cambio experimentado no ha llegado por suerte... es el resultado de un “hacer”, del empeño de todos nosotros: de los que se fueron con la esperanza de regresar convertidos en profesionales, de los que se quedaron trabajando... estudiando... de los que llegaron de otras latitudes y vieron en el pueblo el lugar ideal para su futuro... de los campesinos, de los comerciantes, de los empresarios que lucharon para convertirse en ejemplo de tantos jóvenes, de nuestros maestros, de nuestras madres, de nuestros hijos... no es el resultado de un solo hombre... es producto de su gente!
Hay un proverbio verdadero: “Las ciudades se hacen grandes en la medida que sus habitantes así lo sean”. Esto es absolutamente cierto...pero para lograrlo es indispensable ¡a unión, el trabajo en equipo, la tolerancia, la honestidad, la solidaridad, la libertad, la justicia, el respeto, la humildad de nuestras acciones. En una palabra tener la voluntad de hacer...de servir sin mezquindades.
Tener nuestras propias ideas y convicciones no es dañino siempre que se expresen sin egoísmos ni fanatismos. La crítica es necesaria en todos los espacios porque nos conduce a reflexionar sobre nuestras acciones... Disentir es un derecho de todos... nos enseña que existen otras ideas... Aprender a escuchar también es importante porque nos permite conocer el sentir de los demás.
De allí que mi llamado es a la reflexión de las autoridades competentes, sean éstas locales, regionales o nacionales o mejor aún a la confluencia de todas ellas para que unan esfuerzos y voluntades y pongan mayor empeño en solucionar los problemas que sufre esta colectividad. Que recuerden que los pueblos eligen a sus gobernantes con la confianza que oirán sus peticiones, por lo que es fundamental dejar a un lado las diferencias ideológicas o de colores políticos y sólo deberán tener como norte el bienestar y progreso de esa comunidad que los eligió.. Jamás anteponer su propio beneficio. Quiero aclarar que no es mi intención con estas ultimas palabras involucrarme en las políticas publicas o mejor dicho en las capacidades gubernamentales porque no es mi campo de acción. Soy simplemente otro pariaguanero, que aunque no resido aquí, con frecuencia visito mi tierra, mi familia, mis amigos y oigo un clamor exigiendo las soluciones de problemas que dificultan el engrandecimiento y avance de nuestro pueblo.
En nombre de mis paisanos me permito recordar, que más temprano que tarde, debe buscarse solución a la falta de agua potable suficiente y permanente para toda la población; solventar el déficit de energía eléctrica que tantos inconvenientes y perjuicios económicos ha causado y que se solucionaría definitivamente con la construcción de una subestación eléctrica independiente y exclusiva para Pariaguán; la retardada construcción de una avenida digna y funcional que de acceso a la entrada norte del pueblo, la inseguridad, la falta de vivienda, y otros problemas que con el concurso de todas las instancias pueden resolverse paulatinamente mejorando así la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo deseo reiterar que ¡No es faena o labor de un solo hombre ni responsabilidad de una sola administración.Debe trabajarse coordinada y unificadamente si se quieren ver resultados.

¡Señores Gobernantes, oigan por favor las quejas de nuestro pueblo que tanto ha esperado y espera de Ustedes!
Es cierto, hoy Pariaguán ha cambiado considerablemente su imagen y aún son muchas las cosas que quedan por hacer y las necesidades seguirán surgiendo a lo largo de nuestras vidas, pero estoy seguro que si aunamos intención, esfuerzo y tesón, los que aquí residen y los que desde afuera podemos y queremos ayudar, mejoraremos considerablemente esta situación.
Por eso, ya para finalizar quiero compartir con Uds una frase que plasma ese sentimiento de entrega sin esperar nada a cambio y que un día sin pensar que sería vilmente asesinado expresó John F. Kennedy, quien fuera Presidente de los Estados Unidos: “No preguntes que puede hacer mi País por mi, sino que puedo hacer yo por mi País”
¡Señores!

2 komente:

william Arevalo tha...

Con mucho orgullo leo esta pagina dedicada a mi querido terruño, Pariaguan, en donde se hace un esbozo de su fundación a nivel histórico. Que gran satisfacción sentiríamos los Pariaguaneros sin en ella se incluyen los personajes populares , tales como Figurin, la loca perra y otros. En resumen resulta muy plausible la idea de mantener esta pagina. Saludos William Arevalo .williamjose1958@hotmail.com

Luis Aguilar tha...

Te falto la loca de las cruces llamada petra que vivia en las pionias, o el borracho del pueblo Gil Moreno, Carmen la ratona que no pelaba una botella de ron o cerveza pilsen, o el senor Osterman mejor conocido como TEMA, o Luis Femayor mejor conocido como Luis Guararo primo de Jesus Silvera alias figurin. O Jesus Morales otro que no pelaba una botella de ron. Toda una historia de un pueblo que fue invadido por la inseguridad y el narcotrafico. Pero nosotros somos mas y podemos acabarlos de una vez.
Animo Pariaguan, tu tiempo de libertad volvera